lunes, 27 de diciembre de 2010

Cine.

Sólo resta entonces una vía practicable:
que el infinito se ejercite directamente en lo infinito,
que lo imposible se ejercite inmediatamente en lo imposible.
Y que los sacos se usen al revés desde el comienzo,
que la rosa transfiera su perfume al pensamiento,
que el amor trueque por rosas sus manos esquivas
y que la muerte se trepe a un palo enjabonado
y desde arriba anuncie roncamente
que todo esto ha sido un torpe ensayo
y que la obra recién comienza ahora,
con un sólo personaje y varios títulos.

Roberto Juarroz.